En una racha tremenda he encontrado una buena razón para publicar una nueva entrada en el blog de forma casi seguida.
Esta mañana prometía ser una mañana de ocio como cualquier otra hasta que me llevé una grata sorpresa de los Urban Freeflow. No son muy de mi gusto, aunque son unas verdaderas máquinas, por la razón de que parecieran llevarlo todo a un sentido comercial y de venta.
Sin embargo, han publicado una revista online GRATIS de 83 páginas. Me dije, okey, vamos a revisarla.
La verdad es que voy en la mitad de la revista y me ha gustado muchísimo.
Voy a hacer una revisión.
La revista, lógicamente está en inglés. Si no sabes mucho de inglés a ratos te va a costar leerla, ya que tiene mucho modismo y bromas locales.
Comenzó con fotos comerciales, sesiones de fotos de los chicos de UFF (obvio). Sigue un artículo sobre las bondades del agua y la importancia de su consumo, preciso y bueno.
Luego una entrevista extensa a George G-Force Mayfield, muy extensa...
Luego un artículo buenísimo, digno de imitar. Es una diea que había compartido con algunos cabros de Santiago y mis amigos cercanos de la región.
Es un artículo sobre Southbank, un punto muy conocido en Inglaterra para entrenar. El artículo muestra un mapa con los puntos que pueden utilizarse para trazar y divertirse. Das vuelta la página y tienes una descripción de cada lugar desde los ojos de un traceur o freerunner, con sus pro y sus contras, acompañado de una buena fotografía. Hecho para turistas traceurs/freerunners. Dignísimo de imitar.
Le sigue un artículo corto sobre alimentación durante un entrenamiento, dando énfasis a su alimento preferido: la mantequilla de maní. Buen dato.
Luego un extenso artículo de calentamiento corporal con fotografías detalladas y descripción paso a paso de cada movimiento.
El siguiente artículo me lo leí completo. Es una entrevista al director del documental Jump London y Jump Britain, muy interesante y con unsa fotos terribles.
Cuando creí que la revista no podía ponerse más interesante, sigue una reseña del juego Assasin`s Creed II desde los ojos de un freerunner, muy entretenida. Fotografías de los UrbanRunners, la Kat para variar, sale preciosa.
Reseña de zapatillas: Newton Gravitas, con una descripción de prueba.
Finalmente el adelanto del próximo número: México.
El diseño de la revista es simple, unas fotografías increibles. Me quedé a ratos pegado viendo algunas, definitivamente elegidas con pinzas.
Se las recomiendo.
http://www.urbanfreeflow.com/jumpmagazine/
miércoles, 10 de febrero de 2010
domingo, 7 de febrero de 2010
El dolor de un hombre
Hoy viví uno de los días más tristes de mi corta vida.
Nacemos en este mundo, crecemos, hacemos planes, construimos una vida. Algunos son más afortunados que otros. Algunos viven dificultades en el camino, y son lo suficientemente valientes para enfrentarlas con alegría. Ese fue el caso de mi amigo.
A su corta edad, decidió casarse y con su esposa tuvieron un hijo. Cada vez que hablaba en algún momento lo mencionaba, era sus ojos.
Mi amigo siempre se mostraba como un hombre sobrio, duro, pero amigable. Hoy lo conocí abatido, y a él van dirigidas mis palabras.
Anteayer, su único hijo de ocho años murió en forma trágica. En unos segundos la alegría de unas vacaciones familiares se transformaron en una pesadilla.
La muerte ha tocado muy de cerca a mi familia, he sufrido la muerte de mi abuela y de mi padre. Uno nunca está preparado a ver a alguien que ama morir, el fantasma que deja ese vacío en el hogar lo conozco, pero nadie nunca espera tener que enterrar a su hijo, cuando aún se sueña en grande sobre ellos.
Hoy mis ojos estaban llenos de lágrimas, mientras escribo esto se me nubla la vista, mi garganta se aprieta.
Cuando tuve a mi amigo enfrente hoy, en el velorio, no pude decirle nada, lo abracé lo más fuerte que pude, repasé mentalmente en el camino cien cosas para mostrarle mi apoyo, pero en ese momento frente a él no tuve el valor de decirle nada.
¿Cómo alguien como yo podría darle una palabra de consuelo en ese momento?¿Cómo podía entender yo su dolor? Creo que sólo alguien que tiene un hijo y lo ama con su vida podría imaginarse quizás ese sentimiento.
Yo no podía.
Por un momento en ese eterno par de segundos, me dio hasta la impresión de que yo estaba más afectado que él. Nos recibió, se puso de pie y nos abrazó uno a uno, inmutable, sin decir ninguna palabra. Luego volvió con su esposa a sus asientos, frente al ataúd. Ahí comprendí un poco, el dolor tan grande que no se puede expresar, que no puede transformarse en llanto, ni en un grito de rabia, un dolor que abate.
Pese a todo, lo que más me conmovió fue este jóven matrimonio, que en contados momentos se separaron. El resto del dia estuvieron juntos, tomados de la mano, abrazados. El mutuo amor los sostenía. Daba la sensación de que, a pesar que habían muchísimas personas más consolándolos, solo ellos dos bastaban y el resto de nosotros sobrábamos en ese momento tan íntimo de dolor y de amor.
No me atrevo a escribir una moraleja, una lección de vida. Creo que no podría soportar estar en el lugar de mi amigo. Suelo hablar del ciclo de la vida, de los designios de Dios, mis paupérrimos estudios en psicología, pero hoy, aquí y ahora me sentiría un idiota escribiendo un final como de fábula o de libro de autoayuda. Ahora siento dolor, y no puedo imaginar lo que vive mi amigo ni su amada esposa. Soy ignorante, y preferiría mantenerme de tal modo en esa área de la vida.
Nacemos en este mundo, crecemos, hacemos planes, construimos una vida. Algunos son más afortunados que otros. Algunos viven dificultades en el camino, y son lo suficientemente valientes para enfrentarlas con alegría. Ese fue el caso de mi amigo.
A su corta edad, decidió casarse y con su esposa tuvieron un hijo. Cada vez que hablaba en algún momento lo mencionaba, era sus ojos.
Mi amigo siempre se mostraba como un hombre sobrio, duro, pero amigable. Hoy lo conocí abatido, y a él van dirigidas mis palabras.
Anteayer, su único hijo de ocho años murió en forma trágica. En unos segundos la alegría de unas vacaciones familiares se transformaron en una pesadilla.
La muerte ha tocado muy de cerca a mi familia, he sufrido la muerte de mi abuela y de mi padre. Uno nunca está preparado a ver a alguien que ama morir, el fantasma que deja ese vacío en el hogar lo conozco, pero nadie nunca espera tener que enterrar a su hijo, cuando aún se sueña en grande sobre ellos.
Hoy mis ojos estaban llenos de lágrimas, mientras escribo esto se me nubla la vista, mi garganta se aprieta.
Cuando tuve a mi amigo enfrente hoy, en el velorio, no pude decirle nada, lo abracé lo más fuerte que pude, repasé mentalmente en el camino cien cosas para mostrarle mi apoyo, pero en ese momento frente a él no tuve el valor de decirle nada.
¿Cómo alguien como yo podría darle una palabra de consuelo en ese momento?¿Cómo podía entender yo su dolor? Creo que sólo alguien que tiene un hijo y lo ama con su vida podría imaginarse quizás ese sentimiento.
Yo no podía.
Por un momento en ese eterno par de segundos, me dio hasta la impresión de que yo estaba más afectado que él. Nos recibió, se puso de pie y nos abrazó uno a uno, inmutable, sin decir ninguna palabra. Luego volvió con su esposa a sus asientos, frente al ataúd. Ahí comprendí un poco, el dolor tan grande que no se puede expresar, que no puede transformarse en llanto, ni en un grito de rabia, un dolor que abate.
Pese a todo, lo que más me conmovió fue este jóven matrimonio, que en contados momentos se separaron. El resto del dia estuvieron juntos, tomados de la mano, abrazados. El mutuo amor los sostenía. Daba la sensación de que, a pesar que habían muchísimas personas más consolándolos, solo ellos dos bastaban y el resto de nosotros sobrábamos en ese momento tan íntimo de dolor y de amor.
No me atrevo a escribir una moraleja, una lección de vida. Creo que no podría soportar estar en el lugar de mi amigo. Suelo hablar del ciclo de la vida, de los designios de Dios, mis paupérrimos estudios en psicología, pero hoy, aquí y ahora me sentiría un idiota escribiendo un final como de fábula o de libro de autoayuda. Ahora siento dolor, y no puedo imaginar lo que vive mi amigo ni su amada esposa. Soy ignorante, y preferiría mantenerme de tal modo en esa área de la vida.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)