sábado, 20 de junio de 2009

Correr


¡¡¡Esto es lo que quiero!!! ¡Salir! ¡Correr! ¡Saltar! ¡Hasta la fatiga!

Sentir el piso a mis pies a gran velocidad. El aire golpeando mi cuerpo a medida que avanzo. Mis manos magulladas contra concreto. Transformar el entorno en parte de mi piel, transformar murallas en escaleras, definir mi entorno y no que este me defina a mi.

¡Correr! ¡Correr, como si mi vida dependiera de ello! ¡Cómo si fuese mi último deseo!

¡La última cosa que podré hacer antes de dejar este mundo! ¡Cómo si fuese la última oportunidad de sentir mis músculos ardiendo, la última oportunidad de sentir que me quemo por dentro, que en mis venas corre ácido, que mi corazón se me saldrá por la boca en cualquier momento! ¡Que el miedo dejó de existir! ¡Que no hay necesidad de descanzar!

No hacerlo por escapar de algo, no por querer alcanzar algo ¡Hacerlo porque puedo!

¡Correr! Correr hasta desmayar, hasta que mi cuerpo no desee acompañarme... correr porque es un privilegio, un regalo divino. Correr sin dirección, sin norte, sin necesidad, sin preocupaciones, sin meta.

Correr es lo que quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario